martes, 20 de diciembre de 2011

Contribución de Gigi Francisco

Educación en un Mundo en Crisis: Límites y Posibilidades frente a RIO + 20
GT EDUCACIÓN
Producción de conocimiento feminista en el activismo social
Contribución de Gigi Francisco
DAWN - Filipinas

Gracias por este activo intercambio. Quisiera abrir un pequeño paréntesis en la conversación sobre igualdad en la educación formal, a otra forma de aprendizaje que está alojada en el activismo de los movimientos sociales.
La producción de conocimiento ha sido, por mucho tiempo, una importante práctica política de organizaciones feministas transnacionales y redes de la sociedad civil (ver Eschle y Maiguashca 2010). Y dentro de esto, la investigación, la información y la documentación activista feminista han generado fuertes críticas de las relaciones de poder existentes en el capitalismo. Ya sea que tuvieran una tolerancia parcial del sistema empresarial capitalista o que se opusieran totalmente a él, todas las feministas están de acuerdo que hoy en día el capitalismo está intrínsecamente contaminado con el patriarcado. La división sexual de hoy en día del trabajo y el trabajo no remunerado de las mujeres, junto con otras jerarquías sexuales que generan distintas formas de control y violencia contra los cuerpos, la fuerza de trabajo y la sexualidad de mujeres (y hombres), habían sido reproducidas una y otra vez para sostener la dominación del capital (Federici, 2004).
Con el renovado descrédito del capitalismo corporativo como resultado de la crisis económica que barre con las economías capitalistas avanzadas, activistas sociales, feministas incluidas, tienen una vez más la oportunidad de proyectar y socializar visiones alternativas y propuestas políticas. Las feministas debemos aprovechar el momento y colocar nuestros análisis y propuestas sobre la mesa de alternativas, pero al mismo tiempo debemos hacer un análisis crítico de otras alternativas por sus consecuencias en nuestra deseada reorganización de consumo y distribución de recursos, política, cultura, vida familiar, sexualidades, relaciones sociales y determinación y liderazgo igualitario de las instituciones.
Estoy de acuerdo con publicaciones anteriores en que los conceptos de atención y diversidad sexual, así como también los derechos reproductivos y del cuerpo, ofrecen poderosas simientes para avanzar en las discusiones sobre las alternativas. Estos conceptos nos permitirán ampliar las dominantes y a menudo limitantes interpretaciones legalistas de la injusticia, los derechos y la igualdad, y en el proceso exponer formas persistentes y emergentes de relaciones humanas desiguales e injustas. Sin embargo, las feministas tendremos que alejarnos de perspectivas exclusivamente heteronormativas y ubicar nuestros análisis sobre bases más plurales de órdenes de género-sexuales y sus interacciones con fuerzas económicas y otras fuerzas sociales que determinan historias personales y sociales. Estos cuestionamientos nos llevarán a reconocer diversas estructuras de refuerzo de los controles efectivos que permean dentro y a través de la acumulación de las empresas en la actual división del trabajo.
Lo anterior constituye un argumento para promover la educación conjunta y la acción política entre feministas y activistas por los derechos sexuales. Esto requiere el apoyo de los temas de unos y otros, por ejemplo, luchar contra la homofobia o exigir el acceso de las mujeres a servicios de salud reproductiva, incluido el aborto. Esto también significa un desafío político a todas las formas de las fuerzas neoconservadoras de todo el mundo que habían condenado ferozmente a las feministas y a las personas LGBT y se habían opuesto ferozmente a los derechos sexuales y reproductivos y a los principios que ya han sido aprobados por las Naciones Unidas como parte de nuestros derechos humanos universales.
Hoy en día vemos también la integración más sistemática de las cuestiones de género en la agenda política, discursiva y educativa de los diferentes movimientos de justicia social. Esto implica un desarrollo positivo, ya que es un buen augurio para las constantes transgresiones de las ideas y las alternativas feministas a través de diferentes espacios progresistas. Sin embargo, necesitamos saber más acerca de lo que está pasando detrás del lenguaje sobre género en los movimientos de justicia social. Uno se pregunta cuántas veces los movimientos de justicia social pudieron haberse limpiado de las polémicas llamadas cuestiones de género que eran vistas como romper consensos sobre posiciones de justicia económica "más importantes". ¿Cuáles son los significantes de género de los movimientos sociales y qué representaciones de la realidad de mujeres y hombres pobres y explotados proyectan? En el ámbito de la dinámica del comportamiento, ¿cómo la integración del lenguaje de género en su discurso ha hecho una diferencia cualitativa en la consecución de un liderazgo más compartido en las estructuras de los movimientos sociales? Si bien hay resultados positivos de estas interacciones, algunas de las experiencias que habían surgido de las protestas más recientes son preocupantes. Un ejemplo fue el acoso a las feministas egipcias y a las personas LGBT por parte de compañeros manifestantes con quienes antes habían marchado juntos en el movimiento por la democracia en su país. Hay sabiduría en buscar acontecimientos de tipo "cisne negro", por lo "muy improbables", en este feroz nuevo mundo.
Como movimientos feministas y otros movimientos sociales interconectados entre sí, en oposición política e ideológica a la avaricia corporativa y las políticas de élite, tenemos que asegurar que el movimiento feminista continúe para mantener su autonomía política, la producción del conocimiento dinámico y la enérgica socialización de las ideas.
El activismo y la educación para el empoderamiento y la libertad no deben detenerse. Tenemos que seguir luchando al tiempo que seguimos soñando con alter-mundos.

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