viernes, 25 de noviembre de 2011

por Sergio Haddad

GT EDUCACIÓN
EDUCACIÓN EN UN MUNDO EN CRISIS:
LÍMITES Y POSIBILIDADES FRENTE A RIO + 20
Elaborado por Sergio Haddad*

FOTO: Claudia Pioli - Curso IALLA VI Montevideo 2010

Una coyuntura de crisis.

“La escalada de la segunda fase de la crisis económica capitalista – ahora centrada en Europa, pero alcanzando a todos los países centrales – amplifica los efectos sociales perversos de la grave recesión que ha eclosionado en 2008. Al mismo tiempo, al mantenerse el crecimiento en China y en los demás países emergentes crece más y más la demanda de recursos naturales. Los dos procesos repercuten fuertemente sobre la crisis ambiental global y profundizan las desigualdades sociales, generando nuevas crisis humanitarias. Todas exigen respuestas urgentes, que ningún gobierno puede dar. Todas exigen una modificación profunda del sistema económico, social, cultural y político vigente – el capitalismo global y sus instituciones. Configuran, en su conjunto, una crisis de civilización que arrastra con ella el destino de miles de millones de seres humanos.
Hay en el horizonte un encuentro mundial en que estos problemas podrían debatirse y encontrarse soluciones si hubiese voluntad política de los líderes de las principales naciones: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (Rio+20) que tendrá lugar en Rio de Janeiro entre el 26 de mayo y el 06 de junio de 2012. Este encuentro carga el simbolismo de los veinte años de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Rio 92) y del ciclo de conferencias que se siguieron, cuando emergió con fuerza un diagnóstico de que o mundo acumulaba enormes problemas estructurales y en el que fueron elaboradas propuestas para enfrentarlos
...
Cambios seguramente vendrán, pero solamente ocurrirán si se impulsan de abajo hacia arriba, a partir del protagonismo de la sociedad civil.”
Así empieza la convocatoria para la participación de la sociedad civil en la oportunidad de realización de Rio + 20 en el próximo año en Brasil. Crisis económica, crisis socio-ambiental y crisis de paradigmas parecen complementarse en un momento histórico a que muchos se refieren como una crisis de civilización. Para superar la actual situación, la apuesta es en el protagonismo de la sociedad civil frente al inmovilismo de gran parte de los gobiernos, impotentes frente a lo que se presenta, y cercados por los intereses de las grandes corporaciones y el sistema financiero mundial.
La referencia a una crisis de civilización existe porque los paradigmas éticos y de valores que alimentan el actual modelo civilizatorio no logran cumplirse en la práctica. Ya no es posible pensar en sociedades que promueven como valores y motor de la vida: ganar más para consumir más y poder tener más. Tales valores han producido un modelo de desarrollo en que tan sólo el 20% de la población consume el 80% de toda la producción, lo que significa que para que algunas personas realicen el sueño de tener cada vez más es necesario que otras tangan cada vez menos, o sigan dejando de tener. Además, para que unas pocas consuman mucho, estamos agotando los bienes de la naturaleza y produciéndole daños y a los que en ella viven; el calentamiento global es la cara más perversa de esta crisis ambiental. ¡Es un modelo insustentable! Tenemos que pasar del modelo ganar X perder, para el modelo ganar X ganar, con principios y valores éticos basados en el cuidado entre todas y todos, en la convivencia y en la partilla, teniendo como base nuestra reconciliación con la naturaleza. Son valores que deben valer para la sociedad, para los nuevos modelos económicos, para las nuevas acciones de gobiernos.
Enormes tasas de desocupación, aumento de las desigualdades, concentración de ingresos, super-explotación y precariedad del trabajo, deterioro ambiental, concentración de la propiedad de tierras, crecimiento de los barrios marginales, servicios sociales precarios, bienes comunes privatizados, crecimiento de las multi-discriminaciones, son señales de esta crisis que se muestra de largo plazo. La creciente expansión de las migraciones de poblaciones en búsqueda de supervivencia y trabajo decente ha producido, al revés, más violencia y represión de los países que reciben estas personas, con crecimiento de la xenofobia, del prejuicio y de la discriminación.
Las respuestas dadas por los gobiernos para la superación de la crisis se presentan con las mismas recetas de los tradicionales ajustes económicos cuyas consecuencias ya conocemos a través de las famosas medidas de austeridad fiscal: más desempleo, corte en los gastos de los servicios públicos, aumento de impuestos, recursos públicos para salvar el sistema financiero y las grandes corporaciones. Tomemos como ejemplo el caso de Grecia y de varios países europeos, que guiados por la lógica financiera envolvieron sus economías en una realidad de fuerte especulación, generando una preeminencia insostenible del sector financiero en detrimento del sector productivo. El resultado podemos acompañar en el sufrimiento de las poblaciones que han sufrido los impactos de esa lógica financiera dirigida hacia la acumulación y concentración de lucros. Esta ha sido la realidad de los países de los bloques que tradicionalmente vienen ejerciendo el poder en el mundo.
Al mismo tiempo, los países emergentes, os llamados BRICs (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) vienen optando por el crecimiento económico a cualquier precio, en los mismos estándares de producción del modelo que hoy está en crisis, con elevado consumo de bienes naturales, sin lograr ofrecer bienestar a sus poblaciones de una manera mínimamente justa, reforzando las desigualdades y perpetuando el modelo extractivista, consumista y contaminador.
Nuevamente la cuenta será pagada por la mayoría pobre, que menos tiene condiciones de defenderse y hacer valer sus derechos. De la misma forma, el medio ambiente es directamente afectado y cada vez más presenta señales de cambio en su ciclo natural. Las grandes corporaciones y el sistema financiero, primeros responsables por la crisis - fruto de la inoperancia de los gobiernos en reglamentar el mercado en estas décadas de políticas neoliberales – saldrán, una vez más, ilesos y con sus generosos lucros prácticamente intactos.
La Educación como un derecho humano y un servicio público puede tomarse como uno de los ejemplos de esta crisis: privatización, profesoras y profesores con poca preparación, baja remuneración y sin motivación, baja calidad de los servicios y del desempeño de alumnas y alumnos. Además, sus objetivos de elaborar currículos para formar ciudadanos y ciudadanas para un mundo justo y democrático se transforman en programas en que las referencias se orientan hacia las lógicas del mercado y las necesidades do sistema financiero: competitividad, formación tecnológica deshumanizada, etc. Todo esto nos indica que grande parte de los objetivos firmados por las naciones en los varios acuerdos internación tales como el Cuadro de Belém para la Acción, las Metas del Milenio para o Desarrollo y Educación para Todos – que tienen 2015 como la fecha final para presentación de resultados – no serán alcanzados y presentarán todavía más dificultades en ese contexto de crisis mundial.
Frente a esta coyuntura, cabe preguntarnos, entre otras cuestiones, ¿cómo podemos analizar la crisis y su impacto? ¿Cuáles son las causas estructurales de las múltiples crisis y de las fallas en la implementación de los acuerdos internacionales? ¿Qué desafíos tienen los sistemas democráticos en generar nuevas institucionalidades para un sistema financiero no especulativo y garantizador de los derechos sociales y económicos y de un desarrollo no depredador del medio ambiente? ¿Cuáles las consecuencias para el campo de la Educación? ¿Cómo podemos construir una nueva economia basada en la justicia social y ambiental, que promueva una educación en nuevas condiciones?
El movimiento de la Sociedad Civil y el movimiento de educadores y educadoras
“Los pueblos están presenciando un arranque de luchas populares mucho más original, difuso y vigoroso que cualquier otro vivido en las últimas décadas. Movilizaciones políticas barrieron el mundo árabe, indignados toman las plazas en España y otros países europeos. Ocupy Wall Street se extiende por los Estados Unidos. Protestos indígenas producen una gran efervescencia en la usualmente tormentosa región andina. Un nivel inusitado de actividades de movimientos de masas alcanza también países conocidos por su estabilidad social. El 15 de octubre tuvimos manifestaciones en casi mil ciudades de 82 países.
La indignación con las desigualdades e injusticias políticas y sociales aparece como una marca común a la mayoría de esos movimientos que cuestionan el “sistema” o el “poder”, se confrontan con su destructividad y rompen con la pasividad de las décadas neoliberales. Las políticas de austeridad prometen más miseria, más discriminación y llevan la juventud indignada con esa realidad a movilizarse por su futuro. En todos os continentes, sectores antes apáticos se ponen en movimiento de forma democrática, pluralista, unitaria y autónoma en relación ao poder.
Estos son movimientos que nascen de las necesidades y aspiraciones del presente, después de tres décadas de globalización neoliberal. São movilizaciones portadoras de valores perdidos en los años neoliberales, como empatía por el sufrimiento ajeno, solidaridad, defesa de la igualdad, búsqueda de justicia, reconocimiento de la diversidad, crítica de la homogeneización mercantil del mundo, y su estructura patriarcal, valoración de la naturaleza – ideas centrales para la reconstrucción de un proyecto contra-hegemónico, más humano y justo.”
Con estas palabras el mensaje distribuido por la organización de la Cumbre de los Pueblos-actividad paralela a Rio + 20 - evalúa el momento de reacción frente a la crisis descrita anteriormente. Hay una apuesta en que el mismo tipo de movilización tendrá continuidad en el proceso de Rio + 20, y varias actividades harán parte de este acumulo de fuerzas de la sociedad civil en relación con las siguientes agendas: las movilizaciones ocurridas contra el G20 en Paris, el 3 y 4 de noviembre; las movilizaciones en la COP 17, en Durban, de 28 de noviembre a 9 de diciembre; el Fórum Social Temático, en Porto Alegre, en enero de 2012; el Fórum de las Aguas, en Marsella, en abril de 2012.
O Fórum Social Temático Crisis Capitalista, Justicia Social y Ambiental, que se realizará en Porto Alegre y Región Metropolitana de 24 a 29 de enero de 2012, se presenta como uno de esos momentos de acumulación de fuerzas de la sociedad civil, por medio del debate sobre la realidad del mundo, la formulación de propuestas para superarla y el diseño de estrategias de movilización. Su foco estará dirigido hacia el gran encuentro mundial denominado Rio + 20, en el contexto de la crisis global.
Se espera que Porto Alegre y Región Metropolitana puedan, en 2012, ser el punto de encuentro da las indignadas e los indignados, de las expresiones de los pueblos originarios y los movimientos anti-sistémicos de todos los cuadrantes, capaz de afirmar una salida para la crisis, sacando de ahí las directrices y campañas globales. Y más, es importante saber que eso solo será efectivo, si logramos afirmar y transmitir un paradigma alternativo de sociedad, si construimos un vocabulario común capaz de articular a las demandas difusas de gran parte de los pueblos. Por ser temático, ese Fórum podrá construir una reflexión estratégica e programática, capaz también de ser presentada por ocasión de Rio+20 que, en mayo y junio de 2012, “atraerá multitudes para Rio de Janeiro”, como anuncia su carta convocatoria.
En el campo de la Educación, tenemos la Campaña Global por el Derecho a la Educación y las varias campañas nacionales; diversos movimientos de educación popular, muchos embebidos por la perspectiva de género, raza/etnia, orientación sexual, etc.; tenemos también, como ejemplo, el fuertísimo movimientos de los estudiantes en Chile.
Estas y otras manifestaciones y articulaciones de movimientos de la sociedad civil nos llevan a preguntar ¿cómo podemos visibilizar las luchas de resistencia y en defensa de una educación pública de calidad que son portadoras del futuro ahora? ¿Cómo, en el papel de educadoras y educadores, podemos impedir la mercantilización de la vida, la privatización de la naturaleza y los bienes comunes? ¿Cómo potenciar las estrategias de lucha y articulación y las campañas
existentes en pro de una educación de calidad y hacer emerger nuevas campañas, haciendo de las nuevas tecnologías de comunicación verdaderas TEP: tecnologías de empoderamiento y participación?
¿Qué otras cuestiones podrán ayudarnos a buscar significados para nuestras luchas de resistencia y búsqueda de alternativas como movimiento de educadoras y educadores para otro mundo posible?
Nuestro papel como educadoras y educadores
Frente a la crisis y sus impactos en el campo de la Educação, frente a las movilizaciones de educadoras y educadores y otros sectores sociales, que reaccionan a los problemas producidos por el actual modelo civilizatorio, nos cabe preguntar sobre nuestro papel, stricto senso, como educadoras y educadores.
Uno de los nuevos paradigmas que pueden orientar nuevas prácticas educativas en sus diversas dimensiones, do formal al no-escolar es el Cuidado. Tal paradigma, caro entre las mujeres y sus movimientos, así como en otros grupos sociales, asume la doble función de prevención de daños futuros y regeneración de daños pasados.
Consideramos que saber cuidar se constituye en el aprendizaje fundamental dentro de los desafíos de supervivencia de la especie porque el cuidado no es una opción: los seres humanos aprendemos a cuidar o perecemos. Creemos que en el actual contexto global del planeta y de las sociedades, el cuidado es y será el nuevo paradigma ordenador y orientador de la política, la ciencia, la economía, la empresa, la educación, la estética, la vida cotidiana.
Otros paradigmas están siendo trabajados por otros grupos que se agregan a los demás y pueden contribuir para un nuevo pensar para las prácticas educativas. Es el caso del paradigma del Bien-Vivir. Rescatado por las poblaciones tradicionales andinas, el concepto, al incentivar un modelo de vida basado en el bien-vivir, consecuentemente estaría combatiendo la espina dorsal del actual sistema y su dinámica de producción y acumulación infinita e ilimitada. Y eso porque:
“Su núcleo distinguible puede sintetizarse, esencialmente, en una perspectiva holística e cósmica, de respeto y convivencia horizontal con la naturaleza, de búsqueda de justicia social y el pleno respecto pluricultural. De manera esencial, enfatiza una radical concepción del bienestar y del desarrollo que impone la autolimitación y la austeridad como opuestos a la producción ilimitada y el derroche irresponsable e insustentable. A partir de profundos contenidos comunitarios, pone en muy limitada importancia el consumo y la propiedad individual, pero reserva un lugar crucial de inclusión de todos y la harmonía de los sentimientos. Una mirada y un sentir del ser humano y del mundo que lo integra de manera orgánica con la totalidad del universo, separándose del antropocentrismo hegemónico de la modernidad occidental capitalista”. (“Rescatar y valorizar otros pilares éticos”, de Ricardo Jimenez).
Frente a la crisis socio-ambiental, movimientos de la comunidad educativa están pensando en procesos y programas que puedan introducir nuevos paradigmas y nuevas prácticas que rescaten la mirada y el sentido de la relación de la vida humana con la naturaleza. Una de las redes más importantes que actúan en ese rescate es la Jornada de Educación Ambiental que toma para ella, como documento de principio, el Tratado de Educação Ambiental Para Sociedades Sustentables y Responsabilidad Global. En ese documento, afirman:
“Consideramos que la educación ambiental para una sustentabilidad equitativa es un proceso de aprendizaje permanente, basado en el respeto a todas las formas de vida. Tal educación afirma valores y acciones que contribuyen para la transformación humana y social y para la preservación ecológica. Estimula la formación de sociedades socialmente justas y ecológicamente equilibradas, que conservan entre ellas relación de interdependencia y diversidad. Esto requiere responsabilidad individual y colectiva a nivel local, nacional y planetario. Consideramos que la preparación para los cambios necesarios depende de la comprensión colectiva de la naturaleza sistémica de las crisis que amenazan el futuro del planeta. Las causas primarias de problemas como el aumento de la pobreza, la degradación humana y ambiental y la violencia se pueden identificar en el modelo de civilización dominante, que se basa en superproducción y superconsumo para unos y subconsumo y falta de condiciones para producir por parte de la mayoría. Consideramos que son inherentes a la crisis la erosión de los valores básicos y la alienación y no participación de la casi totalidad de los individuos en la construcción de su futuro. Es fundamental que las comunidades planifiquen e implementen sus propias alternativas a las políticas vigentes. Entre estas alternativas está la necesidad de abolición de los programas de desarrollo, ajustes y reformas económicas que mantienen el actual modelo de crecimiento con sus terribles efectos sobre el ambiente y la diversidad de especies, incluyendo a la humana. Consideramos que la educación ambiental debe generar con urgencia cambios en la calidad de vida y mayor consciencia de conducta personal, así como harmonía entre los seres humanos e de estos con otras formas de vida.”
También el ICAE, en la declaración que produjo en su última asamblea general en Malmö, afirma y clama por la responsabilidad para con los nuevos tiempos, en que el conocimiento tiene papel fundamental, desde que accesible a todas y todos y con calidad, en particular con personas jóvenes y adultas excluidas de los beneficios de la humanidad:
"Convocamos las organizaciones de la sociedad civil a rever sus procesos y forjar estrategias para nutrir la forma emergente de vida y una nueva solidaridad económica y ecológica, y para discutir como es posible otro planeta, donde todos tienen acceso a energía limpia y segura, a fin de alcanzar los niveles críticos de consciencia necesarios para sustentar la acción en la justicia climática.

Reconocemos que, en el contexto del aprendizaje a lo largo de la vida, la exclusión social no significa apenas la exclusión de oportunidades de aprendizaje, sino también la perpetuación de una jerarquía de conocimiento que, consciente o inconscientemente, excluye el acceso a ciertos tipos de conocimiento. En un mundo donde valga la pena vivir, el acceso a todas las formas de conocimiento será abierto y democratizado, y llamamos a los Estados a desarrollar planes de acción para ese fin.

Exigimos la educación de todas las personas a lo largo de la vida y nuevas políticas de educación en que el aprendizaje y la educación de jóvenes y adultos no se vean como un gasto adicional, un apéndice de la política de educación, sino como parte esencial de la solución para los desafíos que hoy enfrenta la humanidad. Personas sin acceso a oportunidades de aprendizaje y de poder precisan del apoyo activo del estado, de una infraestructura efectiva en la educación de adultos. Se debe dar especial atención a programas de patrocinio que aseguran la igualdad de voz, representación, reconocimiento, fortalecimiento de una ciudadanía autónoma para las mujeres” (De la Declaración de Malmö-ICAE).
O Consejo Internacional del Fórum Mundial de Educación, reunido en el FSM de Dakar, decidió impulsar un debate sobre las novas perspectivas para una Educación que confronte los modelos y los viejos paradigmas. Para esto está disponible una revisión bibliográfica sobre los conceptos de Educação para el Desarrollo Sustentable – EDS, en su página http://www.forummundialeducacao.org/?page_id=471 / . En esta, se discute el concepto de manera crítica, que tiene sus raíces en la Conferencia de Estocolmo de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente de 1972, en el Informe de la Comisión de Brundland de 1987 y en las Cumbres Mundiales de 1992 e 2002. También presenta alternativas y propuestas concretas que diversas redes están realizando en varias latitudes.
Como podemos percibir, hay entre educadores y educadoras, una creciente preocupación en discutir nuevos paradigmas y producir nuevos procesos y programas que hagan sus prácticas educativas consecuentes con los nuevos tempos. Los ejemplos arriba son tan sólo algunos. El GT de Educación, además de la temática de la crisis y sus impactos para el campo de la Educación, estará dedicado a discutir y construir nuevos paradigmas y prácticas educativas para un nuevo tiempo, así como tales prácticas pueden ser diseminadas y concretadas.
En este sentido, debemos preguntarnos: ¿qué nuevos paradigmas pueden orientar una renovación en la concepción de educación para la solidaridad, el cuidado y el bien común, frente a los actuales basados en la lógica de mercado y en la competición? ¿Cómo, en cuanto educadores y educadoras, podemos hacer de nuestras prácticas educativas acciones que permitan construir otro mundo posible? ¿Qué ejemplos de nuevas concepciones y prácticas pueden ser semillas para una nueva educación posible? ¿Qué modalidades educativas podemos desarrollar que eduquen en “los nuevos paradigmas” y que trasciendan las capacidades que pueden ofrecer los sistemas escolares actuales? ¿Qué cambios institucionales y políticos debemos propiciar para generar nuevos itinerarios de aprendizajes que permitan desarrollar en jóvenes y personas adultas las capacidades necesarias para actuar con protagonismo en la generación de nuevas ciudadanías empoderadas y participativas?
* Con las contribuciones del GT Educación, compuesto por las siguientes organizaciones, Consejo Internacional de Educación de Adultos (ICAE), Campaña Latino- Americana por el Derecho a la Educación (CLADE), Jornada Internacional de Educación Ambiental para Sociedades Sustentables y Responsabilidad Global, Fórum Mundial de Educación (FME), Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL).

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